EL LABERINTO DE LOS HOMBRES TONTOS
Capítulo 14: El pasillo de los espejos
"Detengasé, tengo que volver al río"- le grité al enano que
parecía estar preocupado por algo.
"Cierra la boca, no digas más. Mis caballos no detendrás"-contestó
el enano
Pero recorde las palabras del gigante, y entonces busqué la forma de
regresar al río, de tal forma que no me sucediera algo peor.
Para mi causa, nos acercabamos a un árbol lo bastante grande, como para
tratar de escapar con ayuda de sus ramas. Al pasar bajo de él, logré alcanzar
una de las ramas más gruesas que pasó justo por encima de la cabeza del enano.
Me agarre de ella, y vi como la carreta y el enano se alejaban rápidamente.
Por lo visto, el enano no se percató de mi acción.
El árbol crecía junto al río, así que me apresure y comencé a bajar de la
rama. Tenía un poco de miedo, pues me parecía que estaba demasiado alto para
mí, pero al poco rato conseguí bajar de ahí. Una vez que puse los pies de nuevo
sobre la tierra, alze la mirada, y de pronto todo había desaparecido. la
escalera que habia visto al principio, estaba al final de loque parecía un
largo pasillo, un poco iluminado.
Como no logré ver otro camino, decidí atravesar el pasillo y llegar
nuevamente a la escalera. Cuando entré en él, algunas luces se encendieron y
pude ver que a lo largo del pasillo había varios espejos, de aquellos que
tienen los roperos como el de mi abuelita, donde puedes ver casi todo tu
cuerpo.
Comencé a caminar, y de pronto observe el primer espejo... en él ví a un señor
moreno como yo, que estaba en una mesa llena de billetes, monedas y papeles,
pero lucia muy preocupado. Al verlo mejor, vi con un poco de temor que era yo,
solo que más grande, como mi papá.
Me separé de ese espejo, y me acerque al siguiente, donde vi al mismo hombre
moreno, rodeado de muchas personas en lo que parecía ser el final de una alegre
fiesta. De pronto, y ya solo, él entraba a otra habitación, donde se veía un
balcón, y ahí lloraba. Parecía, por su rostro, ser alguien muy solo.
Volví a sorprenderme, y entonces cruce el pasillo hacia la otra pared, y en
otro espejo, me vi a mí mismo,en el río, como un niño, pero solo, pues mis
amigos no estaban ahí y era extraño, pues acostumbramos ir juntos. Además,
lucía como si estuviera muy solo.
Una duda se apoderó de mí, y entonces iba a ver el siguiente espejo, cuando
volví a ver la escalera. Aunque deseaba ver lo que había ahí, decidi que lo
mejor sería ir hacia la escalera, y entonces comencé a subir por ella....