*PROLOGO.
Ante la total oscuridad, una chispa de luz se alcanza a percibir, abro
los ojos y miro a mi alrededor. ¡La sensación es increible!.
Me tomó mucho tiempo la formación de mi cuerpo, alcanzar
un estado de conciencia…¡ya no puedo esperar más tiempo!.
Deseo salir al mundo, formar parte del todo y construir un camino que me
lleve a un futuro incierto.
La hora ha llegado. Mi desesperación por volver a nacer es tal
que comienzo a razgar las paredes que me encierran. La sangre acude al
llamado, rompo mi prisión a mordidas…he regresado.
No faltaron las personas que al ver los sangrientos restos de aquella
miserable creatura que me aprisionaba, comensaran a gritar de pánico.
Los envolví, y se deboraron entre sí. Pobres, fueron victimas,
al igual que yo lo fuí hace tiempo. Pero aún en este estado,
yo no sobreviviría en su mundo cruel, por eso, ante la presencia
del Gran Espíritu, invoco el poder supremo, la esencia de mi ser.
Mi pecho se abre, le sigue mi vientre y mi garganta. Mis ojos sangran;
¡el dolor es indescriptible!. He cambiado, lo puedo sentir, la metamorfosis
termina, un nuevo ser ha surgido.
Lleno de fuerza y sed de aplastar a quien me dañó, parto
para enfrentar mi destino, mas este es despiadado conmigo y la guia hacia
mí.
Mi alma se altera y estalla en mil pedazos. Trato de controlarme pero
todo es en vano, nuevamente siento como mi mundo se desmorona, y mientras
ella se aleja, una figura conocida aparece frente a mí. El rostro
pálido del señor de los muertos dibuja una sonrrisa. –Vamos.-
Me dijo- Es hora de partir; creiste ser invencible, creiste haberla olvidado.Que
lástima me das, tu impaciencia por vivir sólo destruyó
lo poco que quedaba de tu ser.
La última lagrima brota de mis ojos. Ella se pierde mientras
grito su nombre, vuelvo a la prisión, espero el momento en que su
imagen se borre…espero el momento de mi venganza.
KARMATRON : VIRUS
Bien, mal, luz, oscuridad. Por millones de años el orden reinó
en la galaxia de Org, hoy en dia, los últimos sobrevivientes de
la resistencia kundalini, sólo conocen el caos. Se aferran a mantener
la llama del bien encendida, pero el precio ha sido demasiado caro. El
planeta Ascii, el único santuario existente, está a punto
de caer, el legado kundalini se ha bañado de sangre, y enfrenta
lo que podria ser su final.
Cuatro jovenes figuras corren desesperádamente por un pasillo
subterraneo, Gloya, de la raza “proxy”, Oztrando, el gnomulón inorgánico,
Veitch, el “lagarto” y Danna, la humana, todos residentes de Calihuey,
el principal templo de Proxy; hoy conocieron la derrota. – Creo que ya
los perdimos- dijo Danna. – Pues yo no pienso arriesgarme.- Le contestó
el gnomulón mientras a travez de sus brazos surgía una pasta
que en cuestión de segundos se transformó en una pared rocosa
que selló el pasillo. – Bien – dijo Veitch- esto nos dará
algo de ventaja, sólo espero que sea suficiente. – Un estruendo
se dejó sentir, y ante una cortina de humo y polvo, una decena de
unidades robóticas tipo androide se hicieron presentes. -¡Adversarios!.
– Grito Gloya. Danna desenvaino su espada y la cargo de enegia pránica.
– ¡Que el Gran Espíritu nos proteja!.- Su cuerpo se cubrió
en llamas, su poder kundalini, haciendo retroceder un poco a los adversarios,
y se lanzó al ataque. Oztrando se dirijió a el lagarto. –
¡Veitch, ya sabes que hacer!. – El gnomulón se unió
a Danna, mientras Veitch creaba una burbuja protectora sobre Gloya y él.
– Vamos Gloya, ¡no hay tiempo que perder!. – ¡Ya estoy en eso
lagarto!. – Gloya hace un enlace mental con los sistemas de los adversarios;
desde muy niña desarrolló sus habilidades de intrusión
de sistemas, gracias a las alteraciones biogenesintéticas inducidas
por los gnomulones en la raza Proxy. – Oztrando y Danna luchaban ferózmente,
sabían que su sobrevivencia dependía del tiempo que pudieran
dale a Gloya para desactivar a los androides. Pero los adversarios no eran
enemigos fáciles y los poderes de los kundalini eran casi nulos,
debido al nivel de negativismo tan elevado que había inundado la
galaxia. –¡Gloya! – gritó Danna, mientras trataba de repeler
sin éxito el ataque de dos adversarios. El cuerpo de Danna se impactó
sobre el suelo. Oztrando se avalanzó sobre los dos agresores, pero
fué golpeado en la espalda por un tercero. Veitch guardaba silencio,
trataba de mantener la calma, su campo protector era demasiado débil
para ayudar a los demás, todo estaba en manos de la joven proxy.
– No necesito que me digas nada Veitch, sé lo que estas pensando,
pero estas chatarras tienen demasiadas “barreras”. – No te preocupes pequeña,
el Gran Espíritu está con nosotros, haz lo que tengas que
hacer.- Gloya sonrrió. - ¡Accesando!. – El cuerpo de Gloya
se desplomó mientras su esencia era transferida a la red interna
de los adversarios. Veitch lanzó una onda de choque lo suficiéntemente
potente como para sacar de balance a los agresores de Oztrando y Danna,
dándole oportunidad a los kundalini de reincorporarse. - ¡Gloya
esta adentro del sistema de los adversarios, traten de no hacerle daño!..
– ¡Mas fácil decirlo que hacerlo! – agregó Oztrando.
Danna energetizaba su espada nuevamente. – Espero que Gloya actue rápido,
no creo que… - Danna no alcanzó a terminar la frase cuando se percató
de la acción del adversario. Nadie pudo hacer nada a tiempo, la
distracción de Veitch brindó la oportunidad al androide de
aplastar de una pisotada el frágil cuerpo de Gloya. Nadie dijo nada,
se mantuvieron en silencio, mientras los adversarios castigaban sus cuerpos…castigaban
su error.
Sin explicación alguna, los adversarios detuvieron su ataque,
los tres kundalini se observaban desconcertados y permanecían estáticos,
bañados con su sangre. Una voz metálica rompió el
silencio. - ¡Lo logré!. – Los kundalini se pusieron en guardia,
pero pronto se dieron cuenta de lo que sucedía. – Fué difícil,
pero lo logré. – Se trataba de Gloya, aún adentro del sistema
de aquel adversario. Nadie se atrevía a decir nada. – ¡Por
el Gran Espiritu! Estan hechos un desastre. Veitch, ¿dónde
dejaste mi cuerpo?. Más te vale que me hayas cuidado bien, ¿eh?,
¡je!. – Veitch tragó saliva, tratando de encontrar las palabras.
– Gloya… - No te preocupes Veitch, sé que hiciste lo mejor posible.
Ahora no hay tiempo que perder, necesito regresar a mi cuerpo para marcharnos
cuanto antes. -–Gloya da un paso, y se escucha un crujido . - ¿Qué
pisé?. – Danna soltó el llanto; Oztrando se acerca al adversario,
Gloya levanta su enorme extremidad inferior, para hacer el terrible descubrimiento.
- ¡Por el Gran Espíritu!. – Veitch se avalanzó sobre
la masa metálica que hospedaba a la kundaini. - ¡Perdóname
Gloya!, todo sucedió tan rápido. – Fué imposible evitarlo
Gloya. – Agregó Oztrando, mientras lágrimas escurrían
de sus rocosos ojos grises. – La fria mano metálica del adversario
acarició la mejilla de Veitch . – Creo que les dije que no había
tiempo que perder…tenemos que llegar al refugio. – El eco de la voz metálica
retumbó por el pasillo. Danna detuvo su llanto. – Gloya…pero tu…
- Dejen el cuerpo atras. No podemos darnos el lujo de cargar con estorbos.
– La discusión había terminado, y para hacérselo saber
a sus compañeros, Gloya abrió de un puñetazo un boquete
en una de las paredes del pasillo.
-Trataremos de cortar camino, es obvio que ya nos estan esperando.
– Agregó la valiente proxy, mientras vanzaba por la enorme abertura
que había creado. Los demás la siguieron. – Vamos a necesitar
que acceses el banco de datos de tu huesped. – Dijo Veitch. – Entendido.
En este momento estoy tratando de identificar nuestra localización.
– Eso es fácil… - Agregó Oztrando; frente a ellos el panoram
mostraba miles de encubadoras y cunas, todas vacías, tiradas, destrozadas.
-…¡Estamos en la guardería!. – Y los 4 jovenes kundalini recordaron
lo que era sentir terror.
En el centro de Ascii, se encontraba el viejo maestro lagarto, lider
de la resistencia kundalini, con los pocos sobrevivientes de las masacres
de los adversarios. Uno de los consejales entró a su habitación
apresuradamente . - ¡Maestro!. –El maestro salió de su estado
de meditación. - ¿Qué se te ofrece hijo?. ¿Traes
noticias de los karmatrón?. – No maestro, ninguna pero… - El maestro
interrumpió al consejal. –Creo que fué un error mandarlos
a buscar la manera de reestablecer el contacto con Merú. Espero
que los cuatro esten bien, y que el Gran Espíritu los proteja. –Pero,
maestro, en el laboratorio creen haber encontrado una cura para el virus.
–El viejo lagarto se levantó de su asiento, su rostro agotado. –
El virus… - dijo – hijo mío, nuestros científicos estan ciegos.
El virus no es el problema, ese es sólo el vehículo, el instrumento,
pero no la causa. - ¿Entonces cúal es la causa? – preguntó
el consejal incrédulo. – Esa plaga que se ha dispersado en esta
dimensión, contaminando todo aquello que era bueno, propagando la
locura y la destrucción, carece de un origen biológico. –
El consejal lo observó extrañado. – Pero maestro, no quiero
sonar irrespetuoso, nosotros le debemos mucho a los guerreros kundalini
y alos kablleros karmatrón, pero muy aparte de sus creencias religiosas,
nuestros científicos descubrieron desde hace tiempo al virus X1ZY
como agente de esta terrible enfermedad. La locura no tiene nada que ver
con demonios o entes oscuros, son trastornos neurológicos, debido
al ataque d el antígeno sobre el sistema nervioso central del huesped.
– El rostro del maestro lagarto se tornó reprochante. -¡Estan
ciegos!. ¿Qué no ven lo que han hecho?. ¿A dónde
nos ha llevado su ciencia?, ¿quieren ciencia hombres necios?. Entonces
les daré su ciencia. – Ante el asombro del consejal, el maestro
lagarto hizo un movimiento de manos, y una imagen holográfica se
proyectó frente a ellos. Era una tira de código genético.
- ¡Por el Gran Espíritu!. Es la secuencia estructural completa
del X1ZY. ¡Usted la tenía todo este tiempo!. Nos condenó
a morir, ¡viejo loco!. – No ha entendido nada consejal. El virus
es tan sólo la materialización de un mal enorme… - El consejal
se encontraba confundido. - ¡Oh no!. Son un culto de fanáticos
religiosos. Y pensar que… - Observe bien consejal, no use los ojos y aprenda
a ver. – La proyeción inició una secuencia de aislamiento
de las proteinas estructurales del virus. -¿Qué está
sucediendo?. – Preguntó el consejal. - ¿Quería ciencia
consejal?. Pues le estoy dando ciencia…analizamos hace tiempo cada una
de las estructuras que conformaban a el virus. Descubrimos patrones interesantes,
con secuencias que sería imposible que surgieran al azar. Muy pronto
nos dimos cuenta de que había un mensaje encriptado dentro de la
estructura, lo descodificamos y esto fué lo que encontramos…- Cada
una de las estructuras en el holograma, tomó un valor numérico,
para después asignar letras que agrupadas formaban lo siguiente:
“MARA’ A KAME”.
El consejal al ver esto se horrorizó. - ¿MARA’ A KAME?.
¡No puede ser!. – Ahí tiene su ciencia consejal. ¿Qué
mas quiere?. – Pero esa es una historia para asustar a los niños,
¡un cuento de hadas!. – La gente cree lo que le conviene, siempre
trata de buscarle la lógica a todo, ¿pero quién les
dice que esa es la verdad?. Esta no es una enfermedad que se cure con una
vacuna, no consejal. ¡Tenemos que vencer a la oscuridad creando luz!.
–
(CONTINUARA)…